anoche soñé contigo. alguien tocó la puerta y al abrir no vi a nadie voltee la cabeza y estabas tú, apoyada en la pared donde está el timbre con tu cara ojeroza y llorando y te dije pasa y no salgas de esta casa eso.
que me hablaban y no lo podía entender que "una amiga" se hacía a "mi chico" que me subía a una torre y era de tierra, se caía que corría contra la gente y resultaban ser caballos y cuando llegué al borde era un barranco... y ya saben, ahí fue cuando desperté.
ay huevón, nos vamos a ir al infiero. Fulmún despega los ojos de la luna y mira a su amigo. Cometa continúa: nos vamos a ir al inferno. Cada fin de semana que se acerca o se aleja. Cada semana, mes tras mes. Fulmún le dedica una sonrisa a Cometa, como tratando de resumir lo que habían estado conversando. ¡ya estamos en el infierno, huevón! Se rien juntos. Sin polos y con las barrigas bronceadas. Las cervezas heladas, las botellas vacias, los cigarro humeantes. El calor, subiendo por sus cuerpos vorazmente, y bajando en forma de sudor, por sus sienes y sus cuellos. ¡Es el infierno!