24 febrero 2009

y aunque no lo fuera. 05 02 09

eres fatal y tratas tanto de no serlo
no puedo dejar de pensar que la voy a pasar fatal
que me vas a quebrar con la dulce sonrisa
alojada en la sombra de tus pétalos-pestaña
pareces una flor y tratas tanto de no serlo
la figura larga los brazos hacia el cielo
la sombra de tu pelo
bailando alrededor del sol, el sol
eres una flor
y yo con mis ojeras de escalofrío
mis colmillos limados y mis pasos gastados
y todo lo demás iluminado


me voy a derretir.

13 febrero 2009

(Verano del 2008) II

Sueño: estoy en una esquina, con una luz cenital sobre mi cabeza. La salita está muy oscura, yo observo la acción del otro lado, entre la puerta del baño y la de salida, con iluminación dramática. Odio la acción, odio el significado



Sueño: Salto del muelle de La Uno, en el Regatas. El agua es oscura, caigo, ¡placht! me hundo rápidamente, me asusto un poco pero justo llego al fondo. El fondo es un piso de cemento aspero, como un tanque, me impulso, llego a la superficie sin dificultad. Arriba hay una tormenta. Me mantengo a flote.



Despierta: En plena madrugada, mirando por la ventana. Las luces titilan. Tienen forma de cerro. Las palomas chocan contra la ventana. En esa época aún las noche aún no se coronaban de tiros y gritos.

Despierta, no hay sueño. Hay solo las luces del cerro. Siento que fuera del sueño, no hay nada. Que si no me muevo, los contornos que me definen no existen. En plena madrugada, sola, con el silencio, despierta, el sususrro de las palomas y la pesada y transcendental inexsistencia. De día, atacada de fiebres y vomitos, reacción alergica al sedentarismo, a la inmovilidad. ¿Alguién necesita una fotógrafa para el camino?



No hay papel higienico en el baño del bus. No tengo nada de sueño. Jamás he ido más lejos que Nazca hacia el sur, y me gustaría ver la línea al cruzarla. Una línea imaginaria, por lo mismo tangible (de manera imaginaria). No sé nada después, no sé nada. Cuánto nos tomará llegar, a dónde vamos, cómo voy a regresar. Dos compañeros de viaje. La luna llena, amarilla, y yo creo que aún no hemos llegado a Ica. ¿Lo sentiré? Las nubes se delinean claramente, como si fuera de día pero en negativo. Amarillo, azul y negro, son los colores del cielo, amarillo y rojo, las luces de la carretera. Por un momento casi no llegamos, dabamos tumbos por Lima recogiendo gente, maletas, plata del banco, y el calor insoportable del verano que lo hacía todo más lento. Chau, chau, adios, nos
vemos. Regresa. Regresa. La problematica del regreso. Negarlo, ir siempre de ida es huir. Pero ir para el sur es como volver, de alguna manera (imaginaria). ¿Me daré cuanta pasando la linea? O simplemente me quedaré dormida y habré perdido toda oportunidad de redención, de perdón, de regreso, el Misty ahí esperandome y yo totalmente perdida para siempre, desde el principio del mundo (tal vez un poco después).



Volveré, cuando despierte?


a dónde?


Ya no recuerdo los domingos. Son las cuatro de la mañana y no termina de bajar el photoshop. Vivo de muestras gratis, olga y yo. No recuerdo los domingos y él se ahoga un poco antes de decir estás enamorada, se ahoga un poco por no decir te voy a extrañar. La falta de realidad lo aturde, ya quisiera yo poder asir lo imperecible. Ya quisiera yo que me reconozca como agente contaminador.

No recuerdo los domingos, solo recuerdo mi cara contra el jardin, y tu cara de asombro, cuando nos conociamos. Ahora es más simple, pero más lejos. Todo esto es tan estupido, y para llegar a dónde, me vas a decir? Me vas a convencer? Pediste simplemente y yo te atornille contra el pavimento. No me puedo olvidar aun, me da risa la caida.

Mi sadismo se parece tanto al amor, engaña, atrapamoscas te quiero morder, te quiero susurrar al oido que te extraño para poder morderte, para abrir tus cicatrices. Mi sadismo es amor? no recuerdo los domingos, recuerdo que una noche me partiste en dos para demostrar que podías amar, recuerdo que pasabas tu dedo por mi pelo como si fuera de

recuerdo que me

como si yo


Recuerdo que me pediste que me quede y me fui y luego no nos tocamos mas. Y luego voy por ahi repitiendo el mismo,


quisiera que me reconozcan, que alguien detenga esta escena que se repite sin cesar, para llegar a dónde, me vas a decir? Me vas a convencer? No soy arte, ni siquiera.

Quiero que esta separación sea de algo, de lapicero o no sé, que se vea, que sea algo filudo con que cortarme. Algo para hacer algo con él. No soportarlo me causa tanto placer, si algo está bien es porque está recontra mal, mon mon.

Estaba sobre un elefante enorme: tenía unas patas larguísimas y su lomo se mecía como si fuera un árbol demasiado alto.
Yo estaba ahí arriba, aferrada al guia, con el cuerpo tenso y la mente acelerada. Era excitante estar ahí, y terrorífico. Cuando me asomaba, podía ver las patas del animal pequeñas, a través del camino hacia el suelo.
No podía estar quieta, porque a pesar del terror a la distancia que había entre el piso y yo, y los calculos del peso, la distancia, la velocidad y la gravedad, que solo se callaban al no mirar a ninguna parte y sin mover un pelo, también me decía: ¿para esto has llegado hasta aquí? La vista del mundo era increible.


Tan Alto. Tan Lejos.

12 febrero 2009

una tarde más contenta

una mañana más triste

las palomas

(Verano del 2008) I

Acá abajo, las luces titilan en los cerros, similar.

Pero no se siente nada. Yo que me quejaba tanto del soroche, del dolor, pero ahora, aquí, no se siente nada. Por la ventana titilan las luces en forma de cerro, pero no pasaría ni una estrella fugaz. Despierto sobre un sofá viejo, con la misma ropa de ayer, aún con ropebaño, abrazada a un cojín rojo, y ni idea. ¿Es este el principio o es el final?

Es una voz la que ahuyenta mis sueños. Desayunamos una Bembos al mediodia, que saboreamos con nostalgia adelantada. Salimos a las 3 de la tarde. Este bus nos lleva a Desagüadero, pero para eso faltan mas de 24 horas.

No recuerdo haberme bajado del otro bus. Aún huelo a Hawain Tropic 60. Las voces aún me despiden cerca de la playa.

Despierto en la mitad de algun momento. Estoy en una cama o en un bus? Una luz me deslumbra por la ventana del segundo piso... un flashaso me deja ver el cartel llegando a Chimbote. Estrellas techan el cielo. Alumbra la Luna. Ya no puedo dormir, solo me queda esperar las horas para poder conocer todo eso que me espera. ¡Desconocido!! No quiero dormir, quiero ver, pero está todo oscuro. El viaje al norte es suave, recto, sin sobresaltos. He llegado alguna vez hasta Lambayeque, y solo tengo una idea, una pequeña imagen ilusionaria, un brochure referencial.
Pero, ya, lo quiero ya!!


Feliz día de la amistad y la juerga.
Es día de San Valentin y es así como me doy cuenta que ha llegado hace catorce días de vuelta. Estoy al final, antes del principio, me siento difuminada y esparcida. Inquieta, arrebolada. ¿Emocionada? Preocupada.
Bah.


Sueño, sonambula, trato de abrir mis ojos, mis parpados estan pegados, la angustia es infinita. Pataleo, lucho: luego una figura se inclina sobre mi, sobre mi cara, se apoya en mi derecha, luego mi izquierda. No puedo respirar, no puedo abrir los ojos. De pronto se cierra toda conciencia y me estoy moviendo. Es el bus que sale de un tunel que se convierte en un puente sobre un rio inmenso, donde todo es verde, donde hay palmeras y arboles y garzas de patas largas y campos de arroz, a las afueras de Sullana.

No puedo pensar, no existe nada en mi cabeza mas que el verde, el celeste, el blanco... No quiero esperar a bajar, quiero oler el mar. El sol me quema la cara, las ganas, mis pies quieren levantarse después de 17 horas de viaje. Mis piernas se estiran, tensas, buscan espacio, se estiran, se estiran, todo mi cuerpo parece que me voy a salir... No estoy en el bus. No estoy en la playa. Hasta que despierto. Buenos dias día de (mierda).


Antes era a ti a quien buscaba para huir, ahora huyo de ti. Antes corría a buscarte y ahora no puedo ir a casa, ahora estoy aca, buscandome. Anoche me fui a una fiesta, un concierto tro-pi-cal, a bailar, para no volver. Anoche buscaba alguien a quien buscar. Anoche añoraba el olor del mar, la sal, salir de un tunel que se convierte en un puente, bajar del bus bajo el sol radiante de la linea ecuatorial, rescatar maletines, subir a mototaxis. Extraño la acción de llegar, la tierra, las poltronas. Extraño la marea alta, las gaviotas y el momento en que descubri un zancudo conchudo chupandome el brazo. El subir y bajar de mi piel, el llenarse su panza de rojo. Extraño no fumar, extraño mi estomago ligero y relajado. Sin angustia, sin nubes. Anoche en la fiesta saltaba y saltaba y saltaba. Esta de moda.


Por un momento la nostalgia me esta ganado, por un momento mi insignificancia me sobrecoge, por un momento me paso horas mirando por la ventana, buscando Máncora. Ahora las puestas de sol simulan lo que fue.
Antes eras tú, ahora ya no es nada.
Antes eras tú, ahora es un recuerdo.
Abrazo mis piernas, me quedo dormida.


Despierto y veo la punta de la cortina volando sobre la cama.
El sol.
Arenita, marea baja, destellos en las pozas. "Depredo"
Meto todo el brazo hasta alcanzar la concha nacarada que veo al fondo. Me mojo la ropa, cierro los ojos al alcanzarla, abro los ojos, estoy echada sobre la arena, pelicanos y fragatas cruzan vuelos, gran trafico norte-sur. No estoy permitida de pensar nada, estamos de vacaciones. Al llegar, hemos corrido y tirado las mochilas como sea: a la voz de "el mar" saltamos sobre la orilla. La marea estaba alta y las olas nos golpeaban en la cabeza, nos aferrabamos a las rocas. Regresamos arenados. Volvemos al mar luego. Y después también.
Los almuerzos son preparados con esmero, no nos sentamos a la mesa antes de las 4 de la tarde. Pescados, frutas, cafe y aire. Aire. No recuerdo nada antes. Que fuimos llegando en buses consecutivos. Primero algunos y después los demás. Ibamos pidiendo desayuno.


La mañana despunta con un grito de liberación. Otra vez, se van unos, llegan otros, no puedo dejar de mirar al cielo y sorprenderme cada vez que los pájaros pasan. Estoy echada esperándolos, casi todo el tiempo. También están las pozas, está bañarse, está jugar. Está la piscina, y está Gato. Está ya la mitad del tiempo pasado. Estamos aquí, pero tendremos que regresar. Para algunos el retorno significa ir mucho más lejos: yo estoy aquí, no recuerdo nada antes, no sé nada después. Caminamos por la playa por decenas de minutos y todo va cambiando, la playa va entrando en si misma. No acaba nunca. el sol cae cada y vez y yo nada, solo lo miro. ¿y tú, dónde estás?
No lo pregunto, ni lo menciono, quiciera que estes aquí, en mi cabeza. Me reclino sobre la poltrona y cierro los ojos. Salen los grillos, arrullan. Cierro los ojos y me quedo dormida.


Despierto de nuevo, doblada sobre mi misma, sudada encima del sofá blanco. ¿es el principio o es el final?

En mi sueño nevaba, pero yo estaba dentro del aeropuerto. Ahora ya no es un sueño, es un recuerdo, mientras trato de cambiar de posición sin romperme en pedazitos.
Afuera nieva, y yo estoy parada frente al mapa del aeropuerto. Hay un pequeño punto que señala en varios idiomas: You are here/ Sie seid hier/ Usted está aquí/ Tu est la, etc. Estoy parada en medio de una sala del tamaño del food court del Jockey Plaza, pero más grande, más alto y de más pisos. En el mapa, mis 16 años, mi pasaporte, mis caterpilars y mis maletas, son ese pequeño punto, ínfimo, en el inmenso aeropuerto de Frankfurt. El lugar es gigante, tan solo como una idea, afuera es de noche y nieva. Salgo.
"Salir". Sigo estando dentro del aeropuerto, pero ahora estoy bajo la nieve. Nadie que me diga que me voy a enfriar. El olor de la nieve es algo emocional, indescriptible, algo que despierta todos mis sentidos y dice "yo conosco esto". Me molesta un poco no recordarlo. Yo conosco este olor, este frio, esta textura. Pero el cómo, el recuerdo, se escapa de mi.
Para ahora no queda mucho de aquel viaje, hace 10 años. Como la nieve que se derrite, y el hombre de nieve que se desmorona. Queda el olor de la nieve, claro entre mis fosas nasales. Quedo yo, sudando, adolorida, sin entender muy bien como no se derritió la nieve de mi sueño.


El almuerzo de hoy se va haciendo, aromando el unplugged de Dylan. He corrido las cortinas a la una y media de la tarde. Muertos de hambre, una chica, un gato y un perro, observan atónitos los movimientos del cocinero. Miro por la ventana el colorido sin sentido, aquí solo llegan los susurros de paloma. La realidad tornada, demasiado bien, no sé si sueño.

olas

11 febrero 2009

Falaz

falaz. (Del lat. fallax, -ācis).

1. adj. Embustero, falso.

2. adj. Que halaga y atrae con falsas apariencias. Falaz mansedumbre. Falaces obsequios.

Está parada, un poco apoyada en la pared, y a pesar de ser parte de un grupo y hasta participar en la conversación, está aparte. Por ratos, su expresión se enfría y su mirada se pasea sobre el contexto. Una galería de arte, una chingana, un bar, una calle de Berlín y la playa de Huanchaco, parece que bajo su mirada todo es irrelevante. En este momento observa cientos de cuerpos moverse entre las luces de colores. Un escenario que se repite a lo largo del tiempo. Y es que ahora no solo está lejos, si no también decepcionada… … standing up, with a cigarette between her fingers. I’m the middle of the room, full of things, but empty. Y entonces cruje la fantasía, se cae en pedazos la imagen, esta en el mismo sitio, los cuerpos que hace un instante eran cosas, se agitan, son personas que bailan y conversan, se acercan y excitan, toman cerveza, fuman cigarros, se embuten estimulantes, se convierten en repeticiones suyas (diferentes). Están demasiado cerca, son una amenaza. Su instinto la alerta del peligro. Los siente, puede leer los pensamientos. Alarmas suenan por todo su cuerpo.

Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Se estremece.
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Le falta el aire.
Ti Ti Ti
Su cuerpo pesa y no puede moverse.
Con un esfuerzo sobre humano estira el brazo debajo del cobertor, se asoma, pierde el impulso al sentir el frío fuera de la coraza.
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti


Maldito despertador.
Ti Ti Ti
Maldita mañana. ¿Dónde estoy? En mi cuarto. ¿pero, que hago aquí? Da una vuelta sobre la cama.
- Gabriele.
De una punzada reconoce el deseo del silencio. Que no existan las voces. Que no se dirijan a ella.
- Gabriele.
Pero existen. La realidad comienza mordiéndole los dedos de los pies. Volver. Todo se ve borroso.
- Gabriele.
- ¿Qué?
- Tu nombre, Gabriele, ¿está bien escrito, así?
- Ha, si, perdón. Si, con una ele y e, al final.
- Bueno, termina de llenar esto.
- Ya.
- Bueno, ¿ya está? Listo, todo esto se manda a evaluar con tu CV y luego te llamamos. Mucho gusto, y gracias por venir.
Si, claro. Ruido, luces en el cielo. El ruido viene de la radio, las luces, no sé de donde. Desde la ventana del cuarto piso de mi edificio, Lima es un movimiento meloso de luces, bocinas, y sus intersecciones. Me zambullo de nuevo en el departamento, en mi cuarto, en mi cama. Sueño. Viajo en un túnel y de pronto estoy en un lugar. Estoy dentro de una casa, las paredes son de color mostaza, y empiezo a correr. En realidad, he comenzado antes de saberlo, y solo un instante después sabía que no me podía detener, que algo me estaba siguiendo con furia creciente. Subo unas escaleras. Llego a una sala amplia con puertas en todos los lados. Cruzo hacia un corredor que esta frente a mí, y de golpe me quedo sin piso. El centro de la habitación es un hueco. Caigo a una piscina oscura, de agua espesa, viscosa. Lo siento ahí. Eso que me sigue, que me odia, que me quiere destruir, esta ahí conmigo, en el agua. Toco fondo, salto buscando la superficie. Llego al borde y salgo con otro salto, mientras una de mis zapatillas se desprende de mi pie y siento claramente como llega al fondo, sobre el musgo. Se posa suavemente en el suelo de la piscina. Yo estoy empapada y sigo corriendo. Finalmente salgo por unas escaleras luminosas (otro túnel?) y lo primero es el aire fresco. Puedo ver la casa donde estaba atrapada y siento la libertad, y luego el miedo otra vez. Tengo que alejarme, así que sigo corriendo, pero no parece haber un espacio para salir. Un árbol, una pared, rejas, otra vez un árbol, arbustos impenetrables, me doy cuenta que estoy atrapada…

Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
Uffff… Puta madre.
Ti Ti Ti
Ti Ti Ti
¡¡Ya!!

Apagó el despertador del celular y canceló todas las próximas alarmas. No había una razón para despertar hoy, o mañana, o nunca. “… nos pondremos en contacto con usted, gracias por venir…” Si, claro. Si, claro, vamos a ver. Cierra la puerta con cuidado, camina hasta el malecón. Persigue su sombra. Una pared forrada de afiches. Fechas, nombres, lugares, formas de estrellas, nombres de artistas, ofertas, colores, siempre abusando de los chillones andinos. Atraen, y Ella, ella, recuerda cuando memorizaba la letra de todas las canciones, sabia todas las fechas de los conciertos, hipnotizada por los diseños…
- Gabriele

Hipnotizada...

- Gabriele…

Otra vez. Otra vez me hablan a mí. Que fastidio. Que inconveniente.

cesped 005

07 febrero 2009

Amarillo

El cuerpo estaba tendido, había sido levantado de la silla y colocado en la camilla. Todos juraban que no habían movido nada hasta después de las fotografías.
Dos balas, una pistola. Dos casquillos, dos orificios.
Un hueco en la mano, un hueco en la sien.
¿Qué clase de suicida se dispara en la mano para disparase en la sien? Para dispararse en la la sien con la mano herida. Según las fotos.
Pero no habían huellas, ni pisadas, ni pelos. Las botellas regadas, las colillas de cigarros, la ropa amontonada, la comida, el plato, los cubiertos, todo estaba limpio. "La piel está azulada, ¿qué en su aire parece estar ahogado?" decía la nota. No había ningún lapicero.
Por un momento hubo la sensación de estar dentro de una maqueta, como en CSI.
Se llevaron el cuerpo, y luego ya no.

ojos oscuros del fauno

en mis sueños no estás
despierto desesperada

en mis sueños no estás
ahí no te voy a buscar

no quiero dormir
arañando los espacios
aspirando el sudor

ahí no te voy a buscar

ojo detalle

03 febrero 2009

Trenzas. (005)

es casi medio día
y no he pensado en ti todavía
hoy día
en como se te pegan mis melodías.

en como destrozas al enemigo
mientras yo me escondo en el castillo.

BestFriendsLonelyTripersNeverEndingStoriesFromTheCornersOfTheWorld (8/07)

a mi me lleva por caminos pantanosos
confrontando las filosofias elementales
¿de daño o ?
caminar a traves del dolor, estar un poco mas cerca a la vida
me meresco cada paso
cada astilla
cada mordida
por estar dormida
cayendo copos de nieve en el desierto
mi amistad truculenta

y a veces las escusas ya resultan estupidas
y olvidas como llegar a nunca jamás
y campanita no te quiere dar polvo para volar
y tu sombra simplemente se niega a caminar
y ahora me parece que te gusta que te claven los cuchillos,
tengo que admitir que es super divertido.

02 febrero 2009

invierno (2005)

frío
mis deditos
frío
mis piesesitos
se ven solitos
como los pelos que caen en mi cara
como los flecos de mi falda
frío en la guarida
en mis hombritos
frío entre mis puchos
frío entre el humo y la candela.

my lovely head (23/12)

mientras la otra silla está vacía
miro a través de la mesa

la silla sigue vacía


y eso es lo que puedes darme




el mal necesario (09.12.08)

ahora que tengo los minutos contados
estoy a punto de terminar
sus ojos destilan venenos sublimes
estoy a punto de gastarme el último aliento en echarle un vistazo a su cuerpo
y el paso aéreo de mis sueños efímeros
camino sobre el agua
su boca / sus hombros
cada vez que vuelan recibo una patada en el estómago
prefiero la máscara
los pasos son pequeños pedazos de tiempo donde queda atrapado el rastro de la presencia

y entonces se da la media vuelta y se va.

y el sonido de la navidad (01.12.08)

Y aquí estoy parada, confiando en mi anónima invisibilidad. Creo que con mis grandes lentes oscuros nadie me verá (aunque a veces soy consciente de lo mucho que llamo la atención). Me abrazo parada en la calle, esperando la luz roja.
Como cuando la señal del módem es baja y tus mensajes rebotan, me siento ignorada. Toda esta felicidad, ¿de que es? Me dan ganas de tirar piedras contra las ventanas que emanan luces con movimiento, hipnotizando y marcando el ritmo de mis pensamientos.
Pero no estoy pensando, estoy aterrada, abrazada, esperando la luz roja. De hecho estar sola rodeada de esto no es muy sano. ¿Acaso es que Navidad me haya pegado cuando era niña? ¿Acaso Navidad rompió mis juguetes, ensució mi vestido especial, se robo la atención de mi familia?
Sospecho que llegaba de golpe, y arrasaba con mi casa, que se convertía en un almacén de duendes, de renos y papanoeles que bailan al ritmo de una canción propia.

Yo, francamente, no me sentía muy cómoda.

Yo, ahora, estoy parada bajo el sol observando ventanas pintadas de nieve, con el sonido de las lucecitas, oculta tras mis lentes de sol, aterrada por la angustia de ser navidad. Aterrada por la angustia de haberme equivocado de puerta. Y el sonido de la navidad no me causa ninguna confianza, no me alegra, no me da paz ni nada. No alucino momentos felices ni regalos ni abrazos.
La navidad me amenaza.
Aun no encuentro la manera de defenderme.

el objeto del deseo (15 nov 08)

no hay nada, todo está vacio
mi coleccion de objetos yace inmovil
todas mis palabras estan tiradas en el piso

el lugar mas frio es el mio
donde quiera que esté

excitada por los sonidos
lanzando bolas de fuego
animal hambriento
herido
helado
hirviendo por dentro

mad quejándose.

Primavera

y odio la poesía
su discurso corto y floreado
sus imagenes subjetivas
sus ritmos y rimas

odio sus tardes soleadas de colores
sus cimas altas
sus cuevas oscuras, húmedas
y todos los lugares comunes.

.pre budismo (feb 001)

(si hay algo que ha marcado realmente mi vida, es la falta de recuerdo)
le saco la pila al reloj: me pierdo horas por el techo. En mi cuarto, oyendo música. Llegan imágenes de ayer, emociones cambiadas y finales en blanco, pero yo no las recibo. Bzzzzzzz.
A veces me desespera la falta de tiempo. Y luego de la desesperación, entro al cuarto de la falta de recuerdo.
Como un cubo infinito e ingravitado, por el cual puedo subir/bajar o bajar/subir y es tanta la cantidad de luz, el tono brillante de los colores, que pareciera que no hay NADA.
Bajo/subo o subo/bajo flotando, despacio, adormecida, y quiero creer que está bien así. Aunque no haya NADA.
Cuando realmente me aterra
Huyo.
Me dijo que tenía que vencer ese temor, el terror de entrar donde no hay nada. Entrar en el vacío, ser uno/todo/nada. El extasis es la muerte. Lo mejor del orgasmo, cuando ya no se respira, cuando ya no se está aquí. La muerte es el caballo que nos lleva a un punto más alto en la montaña (o más bajo).
Pero cuando me aterra
Huyo.
Me sacudo y salgo a la calle.

01 febrero 2009

La Sobrina de Stephen King (25 febrero 2007)

…entonces, en medio de la calle, aparece la figura de un hombre. Camina a través de la niebla y la llovizna. Desde la ventana, la chica lo sigue con la mirada. Es extraño ver a alguien afuera con este clima de película de suspenso. ¿Sería un hombre buscando un doctor? ¿Su madre, su esposa, su hijo estarían enfermos? ¿Un borracho buscando un bar? ¿Un asesino huyendo? ¿Sería un hombre? Sin darse cuenta, la chica sujeta fuertemente la cortina, y se escucha el sonido de un gancho al ceder. Hay algo extraño en su forma de caminar. Algo indeciso, algo descontrolado, se está balanceado cada vez mas sobre si mismo, y finalmente, pierde el control y cae pesadamente… en la puerta de la casa.
De un salto se esconde detrás de la cortina. Mira alrededor a ver si nadie lo ha visto. No hay nadie en la calle. Baja corriendo las escaleras y se queda con la mano estirada sobre la manija. ¿Abrir? Está sola, pero aquel hombre también. Y no solo eso, sino que también está inconciente. La curiosidad la aguijonea… ¿Qué circunstancias han llevado al hombre hasta su puerta? ¿Por qué tendría que tenerle miedo?
Para empezar, ¿qué hacia ella observando la neblina a través de la ventana? Ni siquiera sabía cuanto tiempo había permanecido ahí. Le parecía que la calle la llamaba, le pedía que espere. ¿Esperar que? Lo había estado esperando a él. Abrió la puerta.

despedida antes de la partida (01.07.07)

¿me puedo ir contigo?
pero si tu ya te has ido.
¿puedo irme contigo?
me cambio el nombre, el color del pelo, me cambio el labial y las zapatillas. siempre me preguntaba ¿para que?
¿me puedo ir contigo? tengo sueño, es que es de dia. es que desde siempre el sol sale y es de dia y yo me pregunto ¿para que? si vamos siempre a la misma velocidad, el tiempo no cambia, siempre es de dia. ¿y para que?

La Abstracción. Segunda Mitad (octubre 2005)

Viajando en una combi, la cara cae sobre los brazos apoyados en el asiento delantero. Un cuerpo embutido en un uniforme que la mantiene rígida y entera sobre el asiento. Algo vibra. Seré yo? Estoy viva, me muevo? No, para nada: el celular vibra. Contesta y monosibela. Cuelga nuevamente y se recuesta sobre el asiento. No existe una postura cómoda. Las bocinas chillan gritando el nombre de la hora punta: desesperación. Nada se mueve. Ni un átomo, ni una partícula: ni una neurona, ni un aliento, ni un latido. Nada crece, todo es estático. Las luces de la calle, los monumentos de la vereda (niños mendigos, muchachos malabaristas y ancianos rastreros, ciegos, paralíticos, choros, putas, dealers, victimas y vampiros), los árboles grises.
No hay nada en la tele. Por la ventana no entra nada de luz, pero si vez a través de ella, se ve una pantalla gris detrás de los edificios. Le da la última vuelta al chupete que tiene en la boca, mira su pijama, su cama. Busca su cajetilla de cigarros mientras tritura el caramelo restante del ex chupete. Se chorrea a lo largo de su cama, cigarro en mano, mira el techo de su cuarto. Suspira solo para poder alcanzar un poco mas de aire. Se levanta, se suena la nariz, la pantalla de la ventana oscurece. Levanta el celular del piso, lo mira.
El bar esta lleno. Mira su reloj mientras sale del baño. Busca a sus amigos, da un rodeo antes de llegar a ellos. Entra al dance floor. Las voces pelean con los parlantes y se ríe. No importan que digan, no se entiende nada y solo se ríe. Todos se ríen de algo por un buen rato. Todos tienen algo en sus manos: vasos con tragos, botellas de cerveza, cigarros, chicles, otra mano, un cuello, un hombro, una pierna. Encuentra una esquina desierta y se acomoda para mirar. Alguien se detiene a hablar con ella. Se ríen de algo pero a la vez hay una densidad que los envuelve. Veremos que pasa no existe.
En el taxi, se fuma un cigarro, sola.
Cierra los ojos.

hombre pájaro aterriza

La Abstracción. Primera Mitad

Estamos paradas en la vereda de tierra frente a una curva muy cerrada. Estamos esperando, esperando, esperando… entonces aparece un camión a toda velocidad que se nos viene encima y gritamos aaaaaaaaaa mientras la poderosa maquina pasa a nuestro lado, a mil por hora, con toda su mole de metal y polvo y se aleja con nuestros últimos aes colina abajo.

Y luego, cuando recuperamos el aliento nos reímos. Llega el carro colectivo que estábamos esperando, nos subimos y todavía nos reímos, con dolor de barriga. Luego, del cansancio, nos quedamos calladas. El sol trata de esconderse entre los cerros. Ráfagas de calida luz cae sobre ellos y estamos viendo las paredes de tierra ponerse roja, me quedo mirando eso porque parece que se chorrearan, los cerros. ¡Vamos a recogerlos! Nos reímos. Pienso que es como si se detuviera el tiempo, como si estuviese suspendido. Para salirme de mí, vengo aquí. Camino y camino, bastante es lo mínimo para llegar donde sea en el campo.

Es que si, porque si miras al fondo parece que los cerritos están todos juntos y como si se pelearan por el espacio, y cuando llegas allá son inmensos y tienes que dar muchas vueltas y cuando llegas al final de uno, aparece el siguiente, bastante lejos, eso si. Desde el camino, se ven las copas de los árboles. Aves de todo tamaño van de aquí allá, de allá, para otro lado. Caemos sobre la manta, bajo la sombra de los molles. Descubrimos la forma de mirar al sol entre las ramas. Cierro los ojos.

Seré

seré la sombra de todas las miradas
el cariño calculado
el fin de semana

seré el aire que entra por la ventana
cargando mi nombre

seré todas las gatas
todas las flores
seré el sueño
seré la pesadilla

seré la sombra de todas las miradas
seré el aliento de los suspiros
seré la amenza
la conciencia

seré el final

seré la sombra de todas las miradas
el peso de tu pasos

Otras Notas

Hoy como ayer, perdí de vista la línea divisoria...

nada ayer, nada hoy. Realmente no lo recuerdo. Es cierto; no lo recuerdo. Repito: no lo recuerdo. Alguien sabe la hora? Me acostumbré. Que idiotez, ya ni siquiera es importante. Nada hoy, nada ayer. La mejor hierba del mundo. Perfume para todos. La vamos a matar antes de poder venderla. Está demasiado buena. Como para una recontra orgía. Como para harto jugo. Fumar como comer un durazno. Delicioso. Y luego soledad. O alguna compañía igual de desolada. Estoy parada frente a un gran desierto. Y voy a entrar. Deseo entrar.

Empezar de nuevo.

Adiós para siempre.

Esto ha terminado.