30 abril 2009

solo.

Fulmún trabaja en su computadora.
El departamento es pequeño.
El internet es pirata.
Solo en el edificio hay 15 líneas abiertas. Fulmún prefiere las de afuera, más estables y con mayor capacidad de transferencia. Esas, además, son más peligrosas. Se puede pasar horas saltando de una a otra para no ser identificado.
Mientras tanto, en realidad no hace mucho: una variedad cíclica de trabajos web, traducciones, digitaciones, recepción de llamadas, ventas por teléfono, administración y mantenimiento de páginas web, blogs, e-t-c-.
Tiene Flicker, Facebook, Youtube.
Pone “posiblemente asistiré” a eventos a los que no irá.
Prefiere el verano. Lo extraña.
Lee un libro, duerme una siesta. Resulta que los insomnes toman siestas. Caen rendidos sobre sofás o camas destendidas y sábanas arrugadas.
Se dedica a mirar por la ventana. Amenazar a la tarjeta de crédito con una tijera. Ñac ñac ñac, te voy a cortar.
Se apaga el cigarro sobre el cenicero. Ahora solo queda el resplandor de la pantalla. Deditos tecleando. Videos cojuditos en el tube. Vuelve a leer. Por suerte. Buen Libro.
Abre la ventana, que salgan los humos. Muere de Frío.
Manías Imperceptibles Le Acuden.

29 abril 2009

arriba.

Sóneli está despierta, con los ojos abiertos. No intenta dormir. Escucha la puerta del piso de abajo. Justo bajo su cuarto. Es de madrugada, se escucha como el de abajo prende la luz, camina hacia su cama. Su cama y la de abajo, deben estar igual en el mismo lugar. Los pasos se acercan. Voltean a la derecha, al baño. A ella le gusta el sonido del baño, el correr del agua. Flushhhs, brups y grogs. Sóneli, la pequeña, se enrolla en su colcha de plumón. Cuando lo sacude, salen pequeñas plumitas que se quedaban volando un rato.
Sóneli no duerme, hace tiempo que no lo intenta. A veces cierra los ojos y tiene sueños, y estos sueños la persiguen, y ella corre, lanzándola a las lentas madrugadas. Se acomoda, se tapa o destapa, y espera a ese vecino de abajo que casi nunca llega. Esta vez se ha bajado de la cama, a pegado su oído al piso. No se quiere perder un solo movimiento. Alguna vez lo ha esperado en las escaleras, y al verlo salir, ha conseguido una cara y un cuerpo para sus seguimientos de madrugada.
Siempre llega solo, nunca habla con nadie.
Solo una vez la ha visto. No le ha sonreído. Ni ella a él, en realidad. Pero ella no lo pude olvidar, llega, a veces, dejando esa querida estela de sonidos claros, que confirman ambas existencias. Ella está ahí, y él también.

28 abril 2009

nube.

La nube tapa rápidamente el cielo. La cruz se ve difuminada por la neblina. Que puta belleza, se dice Fulmún. Se ha levantado de la tabla y a regresado a la vereda, sano y salvo. Que puta belleza tan bonita. Fulmún se siente idiota. El asunto de la adoración lo deja sin palabras. Otra vez es de noche. De alguna manera está todo mojado y empieza a hacer frio. Ha terminado. Hora de regresar a casa. Fulmún despierta de madrugada en su cama. Son las 4 de la mañana y no volverá a dormir. Todos los espacios vacíos están ahí metidos con él. Lágrimas le cubren la cara.

25 abril 2009

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negativo color

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21 abril 2009

(is she weird?)

ella sonríe mientras el cierra sus manos sobre su cuello.
al principio se asusta, pero es solo por un instante.
lo ha comprendido, es su tan deseado fin.
ella sonríe y exhala, para ayudar.
en pocos segundos, lo repasa todo, todo el peso, todo el dolor.
tiene tiempo de mirar por última vez su linda cara, sus brazos.
toda la belleza y la injusticia.
él ya no la mira.
ella sonríe más.
ha cerrado los ojos.

16 abril 2009

y.

Y así, con mucha suerte, Fulmún llega al borde. Hasta ahí había llegado Fulmún, y se había sentado. Había prendido un cigarro que apretaba entre los dedos. Tenía el ceño fruncido pero la verdad no estaba pensando en nada. El ardor en la boca del estómago no se hacía nada amigo del humo del cigarro, pero no lo sentía por momentos. Había una sola nube que cubría todo el horizonte, tenía la panza negra y la copa despeinada. La nube que solía venir del mar y cubría maliciosamente Lima, con su humedad corrosiva que volvía todo metal en babita.
Era estar ahí, viendola venir, ser inmune? No pensando en nada, las preguntas se susurraban a su oído. No estaba tranquilo, temblaba en la tablita empotrada contra el barranco. Se echó en ella y miró al cielo. El histérico degradé de colores chillones de la tarde era lentamente comido por la nube. No habrían estrellas para Fulmún esta noche.

15 abril 2009

borde.

Y así, con mucha suerte, Fulmún llegó al borde. Quién sabe porqué diablos estaba esa rampita empotrada contra el barranco, como una tabla de pirata a la nada. Hasta ahí había llegado Fulmún. Se veía la cruz del Morro a la izquierda, la Punta a la derecha. Luego de sentarse en el filo del borde, empezó a balancear las piernas, como si estuviera en un columpio, en el jardín del club, como si quisera volar. Siempre volvía a los mismos puntos, a los mismos verdes y los mismos sueños. Porque al final siempre terminaba comenzando, y siempre comenzaba cosas nuevas. Como esta canción. Como la que viene. Luego se rió de la tía que dice que se quiere fumar las cenizas de Kurt Cobain. Trató de imaginar 37 maneras de fumar ceniza y ninguna imagen lo convenció.¡Nunca tanto!
Hasta ahí llegó Fulmún.

13 abril 2009

moshion.

"háblame, que quiero ver tus labios moverse aunque no pueda entender una sola palabra, mírame, que quiero ver tus pestañas cerrarse aunque no me dejen respirar, que tu vida sea mi muerte es lo mínimo que puedo desear..." cantaba Fulmún, con los audifonos puestos. Ya no podía pensar nada, sentía, sentía con desesperación, el deseo de las ideas. Caminaba por la calle sin mirar nada. Todo sucedía en su cabeza. Eso es muy peligroso, y Fulmún ya debía saberlo. Largas temporadas con yesos, moretones y magulladuras eran su experiencia. Hasta de muletas y sillas de ruedas sabía Fulmún. Pero que mierda, Fulmún estaba alucinado. Caminó y caminó y cuando se dió cuenta que se moría de hambre, era demasiado tarde y todo estaba cerrado. Entonces decidió seguir caminando, o mejor dicho, el deseo decidió por él. Es bonito sentarse en esa piedra grande (la misma del cumpleaños, y aquella pregunta ¿viste mariantonieta? tan satisfactoriamente contestada con un rotundo no) y mirar y mirar el mar sin verlo. Pero mirar sin ver es peligroso, ya lo dijimos. Y andar por ahí sin notar las necesidades básicas, como comer, tomar agua y dormir, es peligroso también. Y Fulmún lo sabe, pero ahorita, sus funciones cognitivas no funcionan. Así que ahí va Fulmún, cantando "tócame, y no me dejes respirar, que me quiero morir, me quiero morir por ti..."

mi cabeza está llena de.

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