05 mayo 2009

huevito.

Sóneli ha llegado hasta la cocina. Pone el agua a calentar, alcanza su taza. Escoge una bolsita de una caja. Sirve el agua, deja caer la bolsita. Se frota los ojos, caen varias pestañas. No está preparada para el día de hoy. No lo está.
Sóneli sonríe pensando en sus clases, en sus profes, suele recordarlos. No es que fuera más fácil, era simplemente. Era simplemente, se iba dejando ser año tras año, esperando por el gran momento, la gran salida, mientras se andaba de latido en latido.
No es que esto estuviera mal.
Era como ser la cáscara del huevo al que se le ha hecho un huequito por debajo.
Vacío. La gran venida de la vida parecía llevar a la nada.
Y si era lo mismo que estar muero, ¿qué?
El despertador suena en su cuarto. Sóneli vuelve a sonreír.

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